La campaña del Impuesto de Sociedades finalizó el pasado 25 de julio, pero el proceso no se detiene ahí. Tras las primeras devoluciones abonadas en verano, la Agencia Tributaria ha comenzado a cruzar información y, a partir de septiembre, miles de pymes podrían recibir un requerimiento por posibles discrepancias en sus declaraciones.
Durante las próximas semanas, Hacienda comparará los datos declarados por las empresas con la información de clientes, proveedores y retenedores, con el objetivo de verificar que las operaciones coincidan y que las retenciones practicadas hayan sido ingresadas correctamente.
Motivos más frecuentes de requerimiento
Entre las situaciones que pueden dar lugar a notificaciones se encuentran:
- Diferencias con terceros: cuando lo declarado por la pyme no coincide con lo reflejado por proveedores o clientes en sus propios modelos, como el 347.
- Errores en el Suministro Inmediato de Información (SII): en sociedades obligadas a declarar facturas casi en tiempo real, cualquier descuadre genera un aviso inmediato.
- Desajustes temporales: facturas contabilizadas en meses distintos por emisores y receptores, o apuntes en ejercicios diferentes, que suelen resolverse con documentación adicional.
- Empresas inactivas sin baja en el censo: aquellas que cesaron su actividad pero no lo notificaron siguen obligadas a presentar declaraciones, aunque no tengan ingresos.
- Otros supuestos: ayudas no registradas, ingresos declarados por terceros que no aparecen en la contabilidad, o incoherencias entre el impuesto y los libros contables.
Un proceso que se prolonga hasta final de año
Hasta agosto, la prioridad ha sido devolver las declaraciones sin incidencias. Pero desde septiembre, Hacienda empezará a remitir notificaciones a quienes presenten desajustes. Estos requerimientos pueden extenderse hasta diciembre, o incluso más allá si las comprobaciones resultan complejas.
Que una empresa reciba una comunicación no implica necesariamente fraude o irregularidades graves. En muchos casos, se trata de diferencias de criterio, errores formales o simples desfases contables que se solventan con documentación de respaldo.
En conclusión, las pymes deben estar atentas a posibles notificaciones durante los próximos meses, especialmente si han presentado operaciones con importes elevados, trabajan con el SII o han tenido cambios recientes en su actividad.